La comunidad católica está consternada; entre las piezas sustraídas se encuentra una campana con más de 300 años de antigüedad, considerada símbolo de identidad y fe.
La comunidad de San Juan del Río, Querétaro, enfrenta un momento de profunda tristeza y conmoción tras el robo de tres campanas históricas ocurrido la madrugada de este miércoles 16 de abril en la capilla del Barrio de la Cruz, ubicada en la zona arqueológica del municipio. Entre los objetos sustraídos se encuentra la campanita original del Santo Entierro de Cristo, con más de 300 años de antigüedad, considerada un símbolo invaluable de la fe, la identidad y la memoria colectiva de esta localidad.
De acuerdo con la delegada del Barrio de la Cruz, María de Jesús Velázquez González, los delincuentes se llevaron dos campanas del campanario, una de aproximadamente 200 kilos y otra de 50 kilos, además de la campana utilizada en las procesiones del Santo Entierro, una tradición que se celebra desde hace más de 330 años durante la Semana Santa y que está catalogada como patrimonio cultural inmaterial del municipio.
Durante el robo, los presuntos responsables también sustrajeron dinero en efectivo y causaron daños en la sacristía y otras zonas de la capilla. Las autoridades municipales, a través de la Secretaría de Seguridad Pública, confirmaron los hechos y aseguraron que ya se implementó un operativo para dar con los responsables, además de reforzar la seguridad en el área y brindar acompañamiento con elementos de la Policía Municipal.
Miembros de la Asociación del Santo Entierro de Cristo, encargada de preservar esta tradición religiosa, expresaron su indignación y profunda preocupación ante el atentado al patrimonio espiritual del municipio. En un mensaje difundido a la ciudadanía, hicieron un llamado urgente a colaborar en la recuperación de las piezas robadas, especialmente de la campanita centenaria que ha sido testigo del fervor religioso de generaciones enteras.
“Este objeto, aunque pequeño, contiene el eco de siglos de devoción, y es irremplazable para quienes han mantenido viva esta tradición. Su pérdida representa un vacío doloroso en la vida religiosa y cultural de San Juan del Río”, señalaron en su comunicado.
Se pidió a la población estar atenta a cualquier intento de venta de campanas antiguas o información que pudiera dar con su paradero. Las autoridades se mantienen en alerta y en coordinación con la comunidad religiosa para evaluar si este hecho modificará las actividades litúrgicas y de tradición que aún están por llevarse a cabo en los próximos días.
Este acto ha sido calificado por los feligreses como una afrenta al legado histórico y a la espiritualidad del municipio, por lo que el llamado a la conciencia social se extiende no solo a los habitantes de San Juan del Río, sino también a comerciantes, coleccionistas y ciudadanos en general que pudieran tener contacto con las piezas robadas.
“San Juan del Río cuida su historia, porque la historia somos todos”, concluye el mensaje difundido por la Asociación del Santo Entierro, en la esperanza de que la campana vuelva a sonar algún día, como lo ha hecho desde hace más de tres siglos, marcando el paso de la fe y la tradición en este pueblo queretano.