El gobierno de Querétaro ha declarado una emergencia estatal debido a la sequía extrema que afecta a la región. La falta de agua ha tenido un impacto severo en la vida de 25 mil familias, ha dejado siniestradas 74 mil hectáreas de cultivo y ha resultado en la pérdida de 64 mil toneladas de granos, principalmente maíz. Además, 19 mil unidades pecuarias han sido gravemente afectadas.
La declaratoria de emergencia fue publicada el pasado 10 de mayo en el periódico oficial La Sombra de Arteaga. Según el documento, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) tiene la responsabilidad de garantizar el derecho humano al agua en condiciones suficientes, salubres, aceptables y asequibles.
Contrario a lo que algunos representantes morenistas han sugerido, no se privatizará el suministro de agua. En lugar de ello, el gobierno estatal ha delineado una serie de acciones concretas para mitigar la crisis.
El anuncio, realizado en el Diario Oficial del Estado, pasó casi inadvertido, pero implica una serie de medidas obligatorias. Entre ellas, destaca una campaña de difusión masiva destinada a sensibilizar a la población sobre la importancia del ahorro y el cuidado del agua durante la temporada de estiaje.
Además, en coordinación con la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPCQ), se implementará la logística necesaria para distribuir carros cisterna en las zonas más afectadas. También se identificarán las áreas que enfrentarán mayores dificultades para el suministro de agua, y se trabajará con los 18 municipios del estado para asegurar la implementación efectiva de estas medidas.
Por otra parte, la Secretaría de Planeación y Finanzas deberá asignar recursos públicos conforme a la viabilidad financiera y las autorizaciones presupuestales para el año 2024, con el fin de hacer frente a esta emergencia.
